“Se compra”, “se vende”… Estamos hartos de haber visto este tipo de carteles en las casas, en los tablones de la universidad hasta para comercializar con los apuntes de la carrera, en las paradas del autobús, y en una infinidad de lugares que podría llamar analógicos. Analógicos porque ahora ya lo hacemos todo a través de la red de redes. De hecho, incluso hemos evolucionado en los últimos tiempos. Antes por ejemplo nos anunciábamos a través de internet, de las páginas web de compra-venta. De hecho, yo llegué a ver una vez una camiseta súperchula que me encantaba de
Fanisetas que ya la tenían descatalogada y que en su día no me compré por aquel miedo inicial que teníamos todos a dar nuestros datos en la red, y que ahora nos damos cuenta de que con unas ciertas precauciones no hay problemas.