Cuando eliges un perfume, seguramente te fijarás en su fragancia, en cómo huele sobre tu piel y, quizás, en la marca. Pero ¿te has parado a pensar qué contiene realmente ese frasco? No todo vale a la hora de crear un perfume, y, lamentablemente, algunos de los ingredientes que se utilizan pueden ser dañinos para la salud. Aunque los perfumes han sido un símbolo de lujo durante siglos, no todo es tan inofensivo como parece.
A lo largo de los años, algunos perfumes han sido retirados del mercado debido a los efectos adversos que sus componentes generaban. En casos extremos, incluso se ha demostrado que ciertos productos químicos presentes en las fragancias pueden desencadenar problemas respiratorios, alergias graves y, en raras ocasiones, enfermedades más serias. Por ejemplo, un perfume muy popular en la década de 1990 fue retirado después de que varios usuarios reportaron fuertes reacciones alérgicas y problemas en la piel. No fue el único caso.
El órgano más grande de nuestro cuerpo es la piel y no nos enseñan a cuidarla de la forma que se merece. La piel no sirve para protegernos, también es un órgano que limpia nuestro organismo expulsando toxinas, absorbe las vitaminas del sol, tan necesarias para nuestra salud. Pero también absorbe sustancias al colocarlas encima. Absorbe cremas, productos que hay en el ambiente y en nuestra ropa y también los componentes de los perfumes.
Muchos estudios han identificado componentes químicos usados en la elaboración de perfumes que pueden tener efectos nocivos en nuestro cuerpo. Los más preocupantes son los ftalatos, los almizcles sintéticos y ciertos compuestos orgánicos volátiles (COV).
Los ftalatos, por ejemplo, son utilizados para fijar las fragancias y hacer que duren más, pero se ha relacionado su exposición prolongada con alteraciones hormonales. Los almizcles sintéticos, por otro lado, se acumulan en el cuerpo y se han asociado con problemas neurológicos y efectos negativos en el sistema reproductivo.
Además, los compuestos orgánicos volátiles, que se encuentran en gran parte de los perfumes comerciales, no solo contaminan el aire interior, sino que también pueden agravar problemas respiratorios, especialmente en personas sensibles o con asma. En algunos estudios, estas sustancias se han relacionado con dolores de cabeza recurrentes y, en casos más extremos, con toxicidad hepática tras una exposición prolongada.
Con todos estos datos, es normal que empieces a plantearte si el perfume que usas cada día es realmente tan inofensivo como parece. Pero no te preocupes, porque no es necesario que dejes de usar perfumes y colonias. Tienes que saber que existen alternativas más saludables, y que, incluso puedes crear tu propio perfume.
Creando el perfume más saludable
Si no te sientes cómodo comprando perfumes comerciales debido a los riesgos de sus componentes, siempre puedes crear un perfume. Las empresas líderes en la producción de perfumes personalizados como Laboratorios Syrch, saben muy bien cuáles son los ingredientes más saludables para crear un perfume perfecto y con un olor embriagador.
Ellos tienen muy claro cuáles son los ingredientes que deben evitarse y cuáles son los más adecuados para cuidar tanto tu piel como tu salud en general. Lo mejor de este tipo de perfumes es que no solo están diseñados pensando en evitar sustancias dañinas, sino también en potenciar la calidad de las fragancias utilizando ingredientes naturales y saludables.
Estos son los elementos que puedes usar para crear perfumes más saludables:
- Aceites esenciales puros: Como los de lavanda, rosa, limón, bergamota o sándalo. Además de ser naturales, aportan propiedades relajantes, energizantes o revitalizantes según el tipo que elijas.
- Alcoholes vegetales: En lugar de los alcoholes sintéticos, muchas marcas saludables se apuestan por alcoholes derivados de plantas, como el alcohol de trigo orgánico, que es mucho más suave para la piel y no reseca.
- Glicerina vegetal: Utilizada como fijador natural, mejora la durabilidad del perfume sin recurrir a productos químicos nocivos y mantiene la hidratación en la piel.
- Extractos botánicos: Ingredientes como el jazmín, el romero o la menta no solo aportan aromas únicos y naturales, sino que también pueden ofrecer beneficios adicionales, como reducir el estrés, mejorar la concentración o equilibrar el estado de ánimo.
- Hidrolatos o aguas florales: Estos son el subproducto del proceso de destilación de aceites esenciales, y son perfectos para dar una base ligera y fresca al perfume. Hidrolatos de rosas, azahar o lavanda aportan un aroma suave y delicado, además de ser calmantes para la piel.
- Resinas naturales: La mirra, el benjuí o el incienso son resinas que pueden añadir profundidad y calidez a las fragancias. Además, suelen tener propiedades antibacterianas y contribuyen a que el perfume dure más tiempo.
- Ceras vegetales: La cera de candelilla o de soja se puede usar para crear perfumes sólidos. Estas ceras no solo son completamente naturales, sino que también permiten una aplicación precisa y discreta del perfume.
Ahora bien, si te animas a crear tu propio perfume, debes saber que tienes la oportunidad de personalizar al máximo tu fragancia. Por eso, aquí te doy combinaciones saludables que nunca fallan y que, además, son fáciles de preparar:
-Fragancia fresca y cítrica: Mezcla de aceite esencial de limón con aceite esencial de bergamota y una base de alcohol vegetal. Es una opción ligera y refrescante, perfecta para usar todos los días, especialmente en verano o en climas cálidos. Este tipo de fragancia transmite vitalidad y buen humor desde el primer momento.
-Perfume floral y romántico: Combina aceite esencial de rosa con aceite esencial de jazmín y añade unas gotas de extracto de vainilla. Es una mezcla elegante y delicada, ideal para citas, eventos especiales o momentos en los que quieras sentirte elegante.
-Aroma relajante: Usa aceite esencial de lavanda, sándalo y un toque de menta. Esta combinación es como un abrazo para tus sentidos; Perfecto para esos días en los que necesitas desconectar, relajarte y recargar energía. Puedes aplicarlo antes de dormir para favorecer el descanso.
-Tono dulce y cálido: Prueba con extracto de vainilla, aceite esencial de canela y un poco de naranja. Este perfume tiene un toque hogareño, perfecto para las épocas frías o para cuando quieras transmitir calidez y dulzura.
Lo mejor de crear tu propio perfume es que tienes total libertad para personalizar estos aromas. Puedes elegir los ingredientes que realmente te encantan y que sean compatibles con tu piel y estilo de vida. Además, cuentas con la tranquilidad de saber que estas combinaciones son seguras, libres de componentes dañinos y respetuosos con el medio ambiente.
Si quieres experimentar aún más, puedes ajustar las proporciones de los aceites esenciales para jugar con la intensidad del aroma. Por ejemplo, si prefieres algo más discreto, reduce las cantidades. O, si te encantan los perfumes intensos, aumenta ligeramente el porcentaje del elemento principal (como el jazmín o la vainilla).
Tenemos que cuidar nuestra salud
Hoy más que nunca, tenemos opciones para elegir lo que usamos y cómo lo usamos. Cada vez más personas buscan alternativas más saludables, y en el ámbito de los perfumes no es diferente. Poder participar en el proceso de creación de algo tan personal como tu perfume es un privilegio que no solo te permite elegir lo que mejor te representa, sino también cuidar de tu salud.
No se trata de renunciar a oler bien, sino de hacerlo de manera más consciente y segura. Ya seas comprando perfumes más naturales o creando el tuyo propio, el poder está en tus manos. Así que atrévete a explorar, a cuidar de ti ya disfrutar de fragancias que no solo huelen bien, sino que también te hacen sentir bien.