Todos los que amamos la tecnología sabemos que puede servir para mucho más que mandar mensajitos con el móvil o navegar por Internet pero a veces nos olvidamos de ellos porque hablamos de las nuevas tecnologías y no pensamos en nada más que en ordenadores y softwares. Sin embargo, hoy vengo a hablares de algo que ya es conocido de años atrás pero que ahora tiene más fuerza que nunca: la luces led para cultivar frutas y verduras.
La Agricultura Urbana o “City Farming” es una de las colusiones que propone la tecnología ante problemas como el desabastecimiento de alimentos o la mayor contaminación por el uso de pesticidas. A nivel profesional es algo a tener en cuenta pero ¿y si hablamos de cultivar tu propia comida en casa? No es tan complicado y sólo necesitas hacerte con unas buenas lámparas led y cajones de tierra de cultivo, bueno y semillas claro está. En Lámparas Online podréis encontrarás este tipo de lámparas de cultivo que salen a muy buen precio para empezar a probar e iniciarte en este tema. Tened en cuenta que al cultivar en interior, donde no debéis temer las inclemencias del tiempo y donde podéis controlar la temperatura ambiente, el tema de la época del año en la que debes plantar según qué alimento es algo que no necesitas tener en cuenta, y eso es un puntazo.
A nivel profesional podríamos decir que hablamos de un sistema gigante, inmenso, en una nave industrial o edificada por y para darle uso de invernadero. El sistema funciona gracias a una combinación única de luces led, fórmulas de crecimiento para cultivos específicos, monitorización cuidadosa del clima y equipamiento de regulación, así como toda la ingeniería, logística y apoyo necesario para una producción constante e ininterrumpida. Obviamente, además de eso, se requiere una cantidad mínima de fertilizante y agua pero el resultado de todo esto son mayores cosechas, menores costes operacionales y máxima nutrición y sabor.
A partir de este sistema de agricultura urbana es posible obtener de 20 a 25 cosechas al año con un consumo de energía un 85% menor que el que utilizan los cultivos tradicionales. Además, abre la puerta a nuevas oportunidades de cultivo, como el aumento de los nutrientes y vitaminas de la cosecha para mejorar el sabor o para crear nuevas variedades. Esta tecnología ya se está extendiendo por Estados Unidos y aquí no tardará en llegar a nivel profesional.
Tampoco se trata de cambiar el ciclo de las cosas y empezar a jugar con los alimentos cultivándolos fuera de temporada para venderlos sacándoles un mayor beneficio, sino de poder utilizar la tecnología y la innovación en favor de los agricultores y de las empresas hortícolas que también iban necesitando un cambio que les permitiera obtener más beneficios sin subir el coste del producto final al consumidor.
Tal vez, con este sistema, consigamos llegar a más lugares y exportar a más regiones porque, si de verdad se puede ahorrar hasta un 85% de energía ¿qué puede impedir a una ONG utilizar esta tecnología para cultivar en climas desérticos como África y crear alimentos de la nada para los nativos y los habitantes de las regiones más desfavorecidas del planeta?