Cuando vemos las noticias en la televisión o las escuchamos en la radio, solemos establecer una serie de preocupaciones que son las que más nos preocupan en lo que respecta a nuestra sociedad y en cuanto a nuestros intereses personales. En estos momentos, por ejemplo, seguramente tendríamos en ese ránking el encarecimiento de los precios derivado de la guerra de Ucrania, la dificultad para encontrar un empleo de calidad, el desmantelamiento que viene viviendo la sanidad pública o la escasa calidad de la clase política de nuestro país. Cualquiera de esas cuatro cosas merece estar entre las más grandes preocupaciones de la sociedad española en los tiempos que corren.
Sin embargo, hay otra serie de cosas que, desde luego, también deben ser grandes preocupaciones para los españoles y las españolas en este 2022. De una de ellas vamos a hablar a partir de este mismo momento: el mal nivel de inglés que seguimos teniendo en el interior de nuestras fronteras. La verdad es que este tema es un clásico y, en multitud de ocasiones, no lo solemos tener en consideración precisamente porque damos por hecho que ese nivel nunca va a mejorar. Pero la actitud no debe ser esa ni mucho menos.
Como la resolución de todos los problemas empieza por reconocer que tenemos precisamente esos problemas, vamos a dejaros a continuación un par de enlaces en los que vais a poder comprobar que lo que os estamos contando es verdad, por si alguien todavía dudara:
- El primero procede de la página web RRHH Press. En él se indica que el nivel de inglés en España no mejora y que ocupamos la posición número 34 en el mundo en este sentido. Teniendo en cuenta la cercanía geográfica que tenemos con el Reino Unido y que llevamos décadas siendo un país que está dentro de la OTAN, deberíamos estar mucho más arriba en la clasificación.
- En otra noticia, en este caso publicada en la página web del diario ABC, se indica que solo uno de cada cuatro alumnos de la Universidad de Sevilla acredita tener un inglés básico, lo cual es un verdadero problema. Está claro que esa relación debería ser mucho mejor y que tenemos un problema si solo el 25% de los alumnos de una Universidad sabe inglés de un modo amplio. Sin duda, hay que hacer algo para elevar este tipo de datos.
Ahora que ya hemos reconocido que tenemos un problema con el inglés en España, toca valorar de qué manera podemos mejorar y con qué medios contamos para poder llevar a cabo la ejecución de esa mejora. La tecnología, por ejemplo, es una de las vías que deben ser utilizadas sí o sí. No cabe la menor duda. Gracias a ellas, la posibilidad de encontrar muchos más ejercicios es factible. Y ya sabemos que, cuanta mayor sea la práctica, mayores serán las opciones de aprender un idioma que es básico para nuestro interés profesional.
La tecnología tiene que ser la vía idónea para que se pueda desarrollar el nivel de inglés de la ciudadanía española. En esto confían desde One Language Academy, que no solo destacan que esa tecnología nos permite acceder a una mayor cantidad de ejercicios que pululan por la red, sino que también sirve para poner en contacto al alumnado español con el inglés o el estadounidense, de tal modo que, a través de correos electrónicos o incluso videollamadas, se pueden ir desarrollando diferentes campos como el speaking, el listening o el incluso el reading. El valor que eso tiene es verdaderamente incalculable.
Maneras efectivas de aprender
Las que hemos comentado son, sin duda, maneras efectivas de aprender un lenguaje. Uno de los errores que se han cometido tradicionalmente en España a la hora de enseñar el inglés a todas las personas que por obligación o placer lo estaban haciendo era apostar por ejercicios que se basaban en los clásicos huecos que debían ser desarrollados con la forma verbal correcta de un verbo. Eso ya se debe acabar. Hay que incentivar el aprendizaje de vocabulario, la redacción de contenidos sobre un tema en concreto y que los alumnos hablen con otros que sean nativos del idioma que procuran aprender. El fuego real es la mejor manera de ir aprendiendo.
Si los profesores y formadores en inglés siguen estas pautas, que son defendidas por la mayoría de ellos, seguro que van a existir mejoras en el aprendizaje de ese idioma en España. Como es lógico, este no es un aspecto que vaya a cambiar de un día para otro, sino que requiere de que seamos pacientes. Pero, por regla general, los cambios que se van cociendo a fuego lento son los que terminan generando más beneficios y los que se producen de una manera sólida y no con pies de barro.