Desde siempre, los vigilantes privados se han limitado a ejercer su trabajo de vigilancia y protección en el interior y las inmediaciones de establecimientos y eventos, tanto privados como públicos. Sin embargo, debido a las nuevas leyes relacionadas al cargo, en la actualidad también pueden realizar su labor en complejos comerciales y de ocio, así como en el perímetro de centros penitenciarios y de internamiento de extranjeros (CIE), realizar controles de identidad, además de complementar la acción policial cuando así lo solicite.